Repara por las comuniones sacrílegas

197. Repara por las comuniones sacrílegas

7 de Febrero de 2013 (9:20 a.m.)

Adórame en el Santísimo Sacramento del altar; me he quedado hasta la consumación de los siglos en todos los tabernáculos del mundo; pero vivo en soledad, en completo abandono.

{Amantísimo Jesús mío, quisiera ser custodia para contener tu presencia eucarística y así estar siempre unido a Ti. 

Hiere mi corazón con la lanza de tu amor divino y suscita en mí fervorosos deseos de adorarte en el Sagrario; si quieres, encadéname a Ti para que cumpla con el oficio de un ángel y pueda alabarte y glorificarte.}

La adoración eucarística es bálsamo de amor que sana mis heridas, regálame parte de tu tiempo y únete a la adoración y alabanza de los santos ángeles.

Repara por las comuniones sacrílegas. ¡Pobres almas que beben mi Sangre y comen de mi Cuerpo indignamente, porque están bebiendo y comiendo su propia condenación!

Agustín, mantén tu corazón limpio; tan blanco como un copo de nieve, tan transparente como el agua y tan reluciente como un espejo nuevo.

Ten en cuenta que tu corazón debe estar apto para recibir mi Cuerpo, revestido de blancura y pureza; toda ofensa, todo pecado es una herida a mi Corazón misericordioso, que solo sabe amar y perdonar.

{Jesús, si hay manchas en mi corazón purifícalo con Tu Sangre preciosa: no permitas que comulgue estando en pecado; no te quiero lastimar, antes, deseo ser lienzo que enjugue tu divino rostro maltratado y ensangrentado por las pecados de los hombres; gracias, porque me has llamado a adorar y a reparar tu invención de amor, tu misterio eucarístico.}

FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2013 de la Comunidad de Siervos Reparadores.