Señor, que no me fije tanto en los defectos de los demás

Señor, que no me fije tanto en los defectos de los demás, cuando yo soy tan débil y pecador. Que, como Tú quieres, pueda ser "sal (salero, porque la sal es Tuya) y luz (candelero, porque la luz es Tuya)" para mis hermanos, en especial, para todos aquellos que necesiten ayuda, para aquellos desfavorecidos, para aquellos que te buscan; que pueda salir de mí para hacerme servidor de los demás; esa es la Caridad que tu deseas. Amen.


Fuente: Desde el Carmelo. Carmelitas descalzos. Fray Amando Cantó ocd