Mi Corazón sobreabunda en Misericordia

70. Mi Corazón sobreabunda en Misericordia

9 de Enero de 2013 (6:50 a.m.)

{Anoche recibí la visita de un alma del purgatorio, el alma de un joven que en vida conocí; lo vi en un estado como de sufrimiento, de zozobra}
Hijo mío, no te olvides de orar por las almas del purgatorio, de hacer sacrificios de amor por ellas; las almas en este estado de expiación no pueden hacer nada para sí mismas; ofrece la Santa Misa, reza el Vía Crucis por esta alma que te pide oración; aún le falta mucho tiempo de purificación para pasar a disfrutar de las delicias del Cielo.
Como bien sabes, en vida, esta alma tenía muchas ataduras que la separaban de Mí; pero en el último instante me pidió perdón y me compadecí; mi Misericordia fue derramada sobre él.
Agustín: te permito vivir esta experiencia con esta alma del purgatorio, para enseñarte que mi Corazón sobreabunda en Misericordia, que siempre me compadeceré del pecador, si este se acerca a Mí con su corazón contrito y humillado; siempre estaré a la espera de que las ovejas perdidas regresen a mi rebaño.
Háblales a mis hijos de mi Misericordia; atráemelos por amor y no por temor; llévales la gran manifestación de mi Misericordia para este tiempo, el Apostolado de Reparación, y condúceles por el camino estrecho, por el camino de cruz que les lleva al Cielo.

FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2013 de la Comunidad de Siervos Reparadores.