Cuando comulgues conserva el recogimiento
36. Cuando comulgues conserva el recogimiento
5 de Enero de 2013 (6:13 a.m.)
Pon tus manos en tu corazón, quiero que sientas los latidos mi Divino Corazón, acabas de recibirme sacramentalmente; por eso, te pido que me ames y me adores, porque es el momento en que derramo, como lluvia copiosa, mis gracias; es el momento en que consumo tus debilidades en la llama de mi Amor Divino, es el momento en que mi Divinidad se fusiona con tu humanidad, son dos corazones que laten al unísono.
Hijo amado: cuando comulgues invita a tu Santo Ángel de la Guarda para que ore contigo y ambos me rindáis la adoración que como Dios me merezco.
Cuando comulgues, desde el silencio interior, haz de tu corazón un trono de alabanza y extasíate de amor por el gran milagro que he obrado en ti.
Cuando comulgues conserva el recogimiento, porque tu corazón es un Sagrario; Sagrario que contiene al Rey del más alto linaje, presente en la Sagrada Hostia.
{Veo dos ángeles sosteniendo en sus manos faros de luz que son levantados al Cielo.}
Cuando comulgues, ten en cuenta que es tan grande y solemne este momento, que te envío dos querubines para que junto a ti me adoren, me alaben y me glorifiquen.
No te guardes mis palabras, ni ocultes las experiencias místicas de amor; ellas servirán a muchas almas en las que Yo soy la única razón de su existir.
FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2013 de la Comunidad de Siervos Reparadores.