La tibieza

88. La tibieza

11 de Enero de 2013 (6:05 p.m.)

Hijo amado: repara las injurias a mi Sagrado Corazón y manifiéstame un profundo amor; porque ante tanto amor que doy a las criaturas, tan solo recibo desprecios e ingratitudes.
Sé un buen apóstol de mi Divino Corazón y evita caer en la tibieza; porque esta falta me lastima llevándome a una agonía extrema.
La tibieza lleva al alma a una vida espiritual relajada.
La tibieza lleva al alma a un mutismo espiritual que asusta.
La tibieza lleva al alma al adormecimiento, a la laxitud religiosa.
La tibieza es aguijón que causa estragos en el alma que le permite entrar.
La tibieza lleva al alma a quebrantar mis Mandamientos.
La tibieza esteriliza el alma haciéndola infecunda, infértil.
La tibieza me produce náuseas, deseo de vomitar.
Anda con sumo cuidado, alimenta el fuego que arde en tu corazón con la oración, enfervoriza tu espíritu conservando el encanto por el amor primero; sumérgete en mi Corazón y embriágate de amor, que quiero que ardas y te consumas en mi amor.
Como apóstol de mi Sagrado Corazón, ámame con pasión, profundiza en mis Misterios, escruta en mis Palabras.
Como apóstol de mi Sagrado Corazón, llévame dentro de ti; fúndete en un idilio de amor divino porque te he poseído, te he hecho mío.

FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2013 de la Comunidad de Siervos Reparadores.