Repara por los pecados de los hombres
146. Repara por los pecados de los hombres
23 de Enero de 2013 (6:38 p.m.)
Repara, hijo mío; los pecados de los hombres me han llevado de nuevo a una segunda crucifixión, déjame compartirte un poco mi dolor, bebe un poco del cáliz de la amargura, ayúdame a salvar almas, consuela mi agonizante Corazón.
{En la medida que escribía para el diario espiritual sentía temor para responderle al Señor, no pensaba en nada, solo meditaba en sus palabras. De repente rompe el silencio y me dice:}
Hijo, ¿por qué sentir miedo, si Yo te sostengo en mis brazos? ¿Acaso retrocedí en el camino de la calle de la amargura y hui al plan de Dios trazado para la humanidad? Proseguí la marcha, aun fatigado, extenuado por el sufrimiento, quería llegar al lugar de martirio para ofrendar mi vida por la salvación de las almas.
Anímate en padecer, ofrécete como víctima de mi Sagrado Corazón y consuélame; limpia mis heridas, adora mis llagas.
{Entonces vi a Jesús sumido en dolor, malherido, y con tono triste me dijo:}
Este es el estado tan lamentable en que me tienen los hombres.
{No pude negarme al Señor, acepté ser crucificado por amor, renové mi voto de alma víctima y me puse en sus manos para que hiciera conmigo lo que quisiera.}
Recompensaré tu gesto heroico, tu valor, muchos pecadores volverán a Mí por tu inmolación, verás que vale la pena sufrir, padecer de amor; deja que te lleve sobre mis hombros para darte consuelo y darte a probar el néctar de mi dulzura.
{Señor, si para algo te he de servir, aquí me tienes como tu esclavo de amor; pero dame la fuerza que necesito, porque Tú sabes que soy débil. Con su rostro sereno, apacible, me dijo:}
Quería probar tu generosidad, tu valor, el grado de amor que tienes por Mí; continúa con la tarea, escribe para mi diario espiritual; hay muchas almas que salvar; muchas ovejas ausentes de mi redil deben volver a mi rebaño, al aprisco de mi Divino Corazón.
FUENTE: DIARIO ESPIRITUAL AÑO 2013 de la Comunidad de Siervos Reparadores.